Tirar de una palanca más o menos fuerte para estar seguro de inmovilizar el vehículo parece ser cada vez más raro. Incluso el freno de mano parece destinado a desaparecer.
Tirar del freno de mano para divertirse en un aparcamiento nevado o simplemente para detener el coche es cada vez más complicado. No es que no quieras, es que no puedes con la mayoría de los coches nuevos. Son culpables de castrar a los espíritus juguetones que quieren hacer lo que hacen sus ídolos del rally o de la gymkhana, al estilo Ken Block. Esta palanca más o menos antiestética está en vías de desaparecer, sustituida por un freno de estacionamiento eléctrico cuyo aspecto visual se acerca al del desbloqueo del maletero o de la tapa del depósito.
La desaparición del freno de mano es inexorable, señala el concesionario de coches de segunda mano Madrid Crestanevada. La mayoría de los fabricantes lo han sustituido en modelos de lujo, premium, de alta gama e incluso generalistas. La democratización de la caja de cambios del automóvil también ha contribuido a ello. La «P» bloquea la tracción y es ampliamente suficiente para el uso diario en ausencia de una pendiente pronunciada. El freno de mano se vuelve casi inútil y engorroso.
Los coches pequeños y los modelos de accesorios aguantan, pero ¿hasta cuándo? Sólo un puñado de fabricantes, como Suzuki y Dacia, siguen negándose a hacerlo. Esto no debe considerarse más que una razón económica. Dependiendo de la versión, este tipo de equipamiento puede costar hasta 500 euros.
¿Es más eficaz el freno de estacionamiento eléctrico?
Técnicamente, el freno de estacionamiento eléctrico adopta la forma de una caja en el eje trasero. Está conectado a cada rueda por un cable que puede o no tirar de una especie de pinza de freno. Un ordenador determina cuándo debe actuar, en particular a través del control de estabilidad (ESC) y con independencia del funcionamiento del vehículo. Los últimos modelos han sustituido los cables por un pequeño motor eléctrico en las pinzas. El freno de estacionamiento también ayuda en los arranques en pendiente (Hill Assist), lo que puede aliviar al conductor de la necesidad de mantener presionado el pedal del freno cuando está detenido en un semáforo en rojo, por ejemplo. Sin embargo, en esta forma mucho más compacta, el freno de mano eléctrico puede ser olvidable. Un hábito que hay que adquirir antes de que ocurra un estúpido accidente.
Otra ventaja es que libera espacio en el habitáculo. Algunos fabricantes lo aprovechan para añadir espacio de almacenamiento, mientras que otros se centran en la estética en consonancia con la palanca de cambios (o ambos).
¿Por qué el freno de mano izquierdo en el Aston Martin?
El freno de mano suele estar situado a la derecha del conductor. Más o menos entre los dos asientos delanteros, en línea con la palanca de cambios. Sin embargo, Aston Martin ha hecho algo original al colocar este elemento a la izquierda del asiento del conductor, como en el Virage. Si la colocación de este elemento pretendía dar que hablar sin más explicación que la de ser excepcional, su funcionamiento era particular. De hecho, había que levantarla por completo antes de poder bajarla de forma bastante flexible.